Volví de verdad

Lo primerísimo es pediros PERDÓN por no haber escrito con mas frecuencia este verano.

Pensé que podía hacerlo, pero ha sido realmente imposible.

Después de pasar un largo periodo en el campo, volví a Sevilla para preparar la maleta para irme unos días a Madrid.

Bueno, que tal si empezamos por París???

1º DÍA EN PARÍS:

Nada mas aterrizar en París, lo primero que percibí fue su olor, y es que París huele distinto.

Todas las ciudades huelen distintas las unas de las otras, pienso que tienen un olor característico, y París en concreto, huele realmente bien.

En el trayecto del aeropuerto al hotel, mientras iba en el taxi vi al principio un París muy oscuro con edificios antiguos y descuidados pero sin perder el encanto.

Temí que mi idea preconcebida de ciudad ideal se desmoronara por completo nada mas llegar, pero conforme pasaron los días la primera impresión cambió.

El hotel estaba situado al lado del Louvre. Estaba en muy buen sitio y nos permitió movernos con facilidad.

Nada mas soltar las maletas, fuimos directamente al Louvre.

 Llegamos a las 16:00h y a las 17:30 lo cerraban, así que decidimos ver lo mas importante: La Venus de Milo, La Victoria de Samotracia y La Gioconda.

A su paso vimos también cuadros de Delacroix y David.

La verdad es que querría haber visto muchas mas cosas, pero el Louvre es tan grande y tiene tantas cosas que ver, que si hubiéramos visto todo lo que quisimos no hubiéramos salido de allí los seis días del viaje.

Como en todos los museos pone el cartel de "NO FOTOS" pero la realidad es otra y mas en el Louvre.

Se pueden hacer las fotos que quieras, incluso delante de los vigilantes y no te llaman la atención.

Creo que ya se han cansado de llamar la atención a la gente y se han dado por vencidos y dejan hacer fotos, esa es mi teoría.

Además te invitan incluso a hacerte una foto delante de la Gioconda, cosa que la veo un poco absurda, porque el poco tiempo que te dejan ponerte delante del cuadro prefiero invertirlo en admirar la obra.

He de decir que me sorprendió , me esperaba este cuadro muchísimo mas grande.

(esto NO es el Arco del Triunfo, es un arco también muy bonito que está en el comienzo del Jardín de las Tullerías)

 

Después de concluir  nuestra tarde de museo, dimos una paseo por el Jardín de las Tullerías, es un jardín que empieza donde concluye el Museo del Louvre y empieza la Plaza de la Concordia.

(me encantó esta imagen y la capturé. El hombre tenía tatuado un pájaro en el brazo, pero no se percibe)

Es precioso, está lleno de flores y muy cuidado. Alrededor hay esculturas de piedra enormes y unos estanques en los que hay sillas alrededor y puedes arrimarlas cerca del estanque y sentarte a leer un libro o a contemplar simplemente la belleza que te rodea.

Me impresionó sobre todo el tema de las sillas, de que estén allí y nadie se las lleve. Esto en España no pasa...

( puedes comprar de recuerdo 5 llaveritos  por 1 euro en las mantas)

Después nos topamos con la famosa Place de la Concorde y el gran obelisco, la cual la estaban preparando para la recta final del Tour de Francia.

Continuamos nuestro paseo por los Campos Elíseos mientras nos dejábamos impresionar por los magníficos escaparates. Entre ellos Louis Vuitton, que ahí estaba para ponernos los dientes largos.

Dicen que te reciben con champagne en la puerta, pero no quisimos ni entrar, volveremos en otra ocasión con mas presupuesto para adquirir uno de los míticos bolsos.

Seguimos y llegamos al monumental Arco del Triunfo, el cual lo vimos, y nos volvimos por donde habíamos venido. Mientras que observabamos estas parejas bailando a orillas del Sena.

De camino para el hotel pasamos por varias Brasseries (lo que popularmente conocemos como bares), para cenar.

Al final no nos descantábamos por ninguna y acabamos nuestra primera noche en París en un restaurante Italiano, pero de lo que no nos percatamos es que estábamos cenando enfrente de una tienda Louboutin.

Nos dimos cuenta a la salida.

De los zapatos que tenían puestos en el escaparate, sólo me gustaron las bailarinas doradas.

Para bajar la cena nos dimos una vuelta alrededor del hotel y saqué una foto de la Taverna Karlsbrau , que me llamó la atención por las luces de neón y del cerdito de la Brasserie Au Pied de Cochon, situada en la Rue Coquillière.

Al final nos quedamos con las ganas de cenar allí, pero siempre que pasábamos estaba lleno y tenían lista de espera. No lo dudo ya que es una de las basseries típicas de cocina tradicional de la ciudad.

 Bueno, y así acabo nuestro primer día. Continuará...

Fotos: by me